Suele pasar a causa de los recuerdos, surge de ellos, de esos especiales recuerdos que guardamos en nuestros corazones, en la mente, en un cofre de madera, o hasta en archivos de computadora. ¿Qué pasa cuando los encontramos? Ya sea de casualidad mirando el lugar en el que los guardamos, buscando algo importante, o en ocasiones, buscándolos porque simplemente nos vino a la mente ese RECUERDO.
Cuando uno no se despega de los sentimientos hacia alguien pero debe hacerlo, suele aferrarse a los recuerdos. En nuestras cabezas, son solo una carta, un peluche, una flor seca, alguna bijouterie, un adorno, una caja vacía de bombones, una vieja conversación por e-mail o un hecho especifico que nuestra memoria se niega a borrar. Cuando debemos dejar esos sentimientos de lado y aun no lo superamos, buscamos estos recuerdos como consuelo, o como lamento y esas son las cosas que no nos dejan superar situaciones, que nos hacen mal; en cambio cuando encontramos estas cosas casualmente buscando o guardando otra, volvemos a aquel momento, de repente dejamos de vivir en la realidad en la que estamos y volvemos a aquel momento: Entonces recordás cuando te dieron ese peluche, cuando juntos iban caminando y el arranco una flor para ponerte en el pelo, cuando te escribió una carta para tu cumpleaños, año nuevo o navidad y te dijo que el regalo que quería era tu compañía. Y si... Estos son los buenos recuerdos que se convierten en malos cuando ya superaste ese momento. Alguna vez habrás buscado un almohadón o una campera en tu placar y encontraste casualmente ese peluche que te había dado, o buscando un dibujo, una letra de canción o una foto, y encontraste una carta suya con su foto; incluso me ha pasado de guardar un archivo en Word y encontrar esa ultima conversación en la que todo empezaba o en la que se despedían el uno del otro para siempre. Todos esos son típicos. Y uno se pregunta POR QUÉ TIENE QUE APARECER UNO PARA EMPEZAR A BUSCAR LOS OTROS!!! Es inevitable. Se entrelazan e intentan meterse en tu corazón pensando que los querés ahí. Sabes que es así, pero que si bien logran sacarte alguna lágrima, (a veces) jamas podrán volver a hacerte sentir las cosas que sentiste cuando eso no era un recuerdo sino una sorpresa, un "juguete nuevo".
Para eso están los recuerdos. No manejan tus sentimientos pero de vez en cuando te tocan el corazón...
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